martes, 8 de mayo de 2007

QUIENES SOMOS

DECLARACIÓN FUNDACIONAL DE CORREPI-SUR

Somos un grupo de compañeros, algunos pertenecientes a diversas organizaciones políticas y otros independientes, que en su mayoría formamos parte desde hace años de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI). Dadas las circunstancias que en adelante desarrollaremos, hoy nos vemos obligados a diferenciarnos de las decisiones que un sector de dicho organismo ha hecho públicas últimamente.
Desde su conformación en el año 1992, a través de un proceso de debate entre las fuerzas y militantes que la conformaron originalmente, CORREPI fue definiendo su punto de vista sobre las particularidades de la lucha antirrepresiva en el marco del sistema capitalista, y en particular en la etapa post-dictatorial en nuestro país. En distintos documentos se caracterizó la represión como inherente al sistema capitalista y como herramienta coercitiva del Estado burgués, que independientemente del gobierno que lo administre y en tanto representante de los intereses de los sectores dominantes, necesariamente recurre a estrategias represivas como el gatillo fácil, las torturas, las detenciones arbitrarias y la persecución política con el objetivo de ejercer el control y el disciplinamiento social y para garantizar la aplicación de sus políticas de hambre y exclusión. En ese contexto se producen las permanentes violaciones a los derechos humanos, entendidas así como un accionar sistémico ejercido por el Estado, principalmente mediante la represión preventiva hacia los sectores más empobrecidos y marginados y la represión contra los luchadores populares. Claro ejemplo de esto es la gestión de Kirchner, que mientras se autoproclama como "el gobierno de los derechos humanos" continúa aplicando estas políticas represivas para intentar frenar el conflicto social.
Por lo tanto, esta lucha tiene un profundo contenido ideológico, ya que sólo tiene sentido enmarcada en la gran batalla del objetivo estratégico: la derrota del capitalismo. Sin embargo, la CORREPI no puede ocupar el rol protagónico en la construcción del proyecto del cambio revolucionario, ya que su ámbito es la lucha antirrepresiva y reivindicativa por los derechos humanos, en la cual, por otra parte, confluyen y conviven diversas visiones sobre las formas de construcción revolucionaria y la disputa por el poder.
Respecto del funcionamiento, la instancia decisiva de la CORREPI , tanto en lo político como en lo operativo, era la asamblea que se reunía habitualmente en la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, en la cual podían participar todos sus miembros y donde cada uno de ellos era responsable por la expresión de sus puntos de vista y de llevar adelante las tareas que se determinaban en cada reunión. En este sentido, no importaba si el compañero representaba a una organización de miles de afiliados, a una pequeña organización social o no tenía ninguna de estas pertenencias, ya que se debatía en pie de igualdad. Además, esta asamblea se constituyó en un espacio abierto a cualquier compañero u organización del campo popular que, sin ser miembro de CORREPI, necesitara hacer una propuesta o planteo concreto.
Estas definiciones han sido siempre el eje y la base de los acuerdos para construir con todos los compañeros y organizaciones que se acercaron a la CORREPI. Por esta razón se apostó a la pluralidad dentro del marco del campo popular, llevando adelante la tarea común de confrontar la represión estatal con unidad, organización y lucha.
Esta dinámica de trabajo, que se mantuvo durante muchos años, fue dejada de lado por un sector de la organización y se evidenciaron dos formas de construcción claramente distintas e incompatibles. Paulatinamente, la CORREPI fue dejando de ser un espacio de coordinación donde prevalecía el criterio de unidad en la lucha para convertirse en un escenario desde el cual a espaldas del resto de la organización dicho sector se conformó de hecho en un buró político que resolvía y deliberaba en nombre de CORREPI.
A dicho accionar, visible por una serie de hechos y actitudes que no merece la pena detallar, pero que consiguieron instalar un clima interno de poca confianza en lo político y en lo personal, se agregaron incumplimientos a varios de los acuerdos alcanzados en el último plenario realizado en 2005, particularmente respecto de los manejos y destinos de las finanzas de la organización y la forma de funcionamiento de la misma.
Este proceso dio como resultado que hoy existan dos sectores claramente diferenciados, uno de los cuales expresó públicamente su voluntad de conformar una "organización política que milita en el campo de los Derechos Humanos", reivindicando para sí el nombre de CORREPI, pero caracterizando la organización de manera claramente diferenciada de los propósitos originales.
Ante esta situación, decidimos dar a conocer nuestras diferencias, ya que la caracterización realizada por el mencionado sector impide todo debate que lleve a una síntesis superadora y ha hecho imposible la militancia en una misma organización. Por lo tanto, hemos decidido generar un nuevo espacio, continuador de la lucha que desde CORREPI llevamos adelante durante estos años.
Estamos convencidos de que para construir una visión contrahegemónica de los derechos humanos, para que las distintas organizaciones del campo popular tomen la cuestión antirrepresiva como elemento de confrontación en el marco de la lucha de clases, debemos evitar las ansias de protagonismo y las pretensiones de vanguardismo. Creemos que hay que crear ámbitos de coordinación, donde compañeros y organizaciones puedan debatir en pie de igualdad y donde se genere política antirrepresiva en conjunto, entendiendo la misma como una herramienta de autodefensa popular, y buscando influir en las masas que son, finalmente, las que deciden el curso de la historia, y no sólo en un determinado segmento de los militantes organizados.
Esta es la principal diferencia que nos separa hoy, ya que al sostener que CORREPI debe ser una "organización política que activa en el campo de los derechos humanos" y que debe perseguir su propia expansión en todo el país, ya no resulta compatible con un espacio de coordinación entre compañeros que representen a distintas organizaciones, ni es posible como espacio asambleario; lo que se pretende es instituir un espacio de dirección establecido, con la premisa de que todos los que quieran podrán formar parte de la CORREPI , pero sólo de forma individual y siempre que se subordinen a esa dirección política.
Consideramos entonces que dicha definición como "organización política" es restrictiva y pseudovanguardista, y que además se convierte en un concepto vacío de contenido, ya que no está entre sus objetivos la lucha por el poder. Por otra parte no estamos dispuestos a formar parte de un espacio que sea el instrumento exclusivo de ninguna organización partidaria, por grande o minúscula que sea.
En consecuencia, el colectivo que hasta ahora conformaba CORREPI ha quedado formalmente dividido en dos grupos, en cada uno de los cuales hay fundadores y miembros recientes de la organización. Uno de esos colectivos, el que integramos los firmantes, se denominará en adelante CORREPI SUR, mientras que el otro grupo continuará con la denominación de CORREPI.
CORREPI SUR seguirá llevando adelante -en todos los ámbitos territoriales posibles- el trabajo concreto que comenzamos hace años contra las políticas de gatillo fácil, la criminalización de la protesta y de la pobreza, y exigiendo la libertad de todos los presos políticos y la cárcel para los asesinos de ayer y de hoy. También como hasta ahora, impulsaremos activamente las diversas construcciones que integramos, como la Coordinadora Antirrepresiva "Carlos Petete Almirón" y la Multisectorial "Chau Pozo", en la zona sur del conurbano, el espacio de coordinación con el Colectivo Antirrepresivo "Repique", en el ámbito porteño y el Encuentro "30 Años, Memoria, Verdad y Justicia" a nivel nacional.
CORREPI SUR continuará funcionando en forma asamblearia, integrando en igualdad de condiciones a todos aquellos que se quieran sumar a este proyecto, cuyo objetivo sigue siendo construir un espacio de coordinación dentro del marco del campo popular, para llevar adelante la tarea de confrontar la represión institucional con unidad, organización y lucha.
León "Toto" Zimerman, Enrique Perelmuter, Martín Alderete, Lucía Herrera, Claudia Cúneo, Mariana Lisi, Sergio "Cherco" Smietniansky, Mariano Benítez, Gerardo Etcheverry, Lidia Abineme, Valdemar Jara, Diego Corradi; Sabrina Dentone, Gonzalo Martinez Ponti, Martín Landini, Diego Rivero, Héctor Acosta, Gabriela Vázquez, Elisa Borgnia, Gabriel Coria, Martin Banchero, Nancy Labandeira.

Nos reunimos todos los martes a las 20 hs. en Av. Corrientes Nº 1785, 2º "C", Capital Federal (4-371-8066).
En zona sur, nos encontrás todos los miércoles a las 20 hs. en el Centro Cultural y Comunitario " La Toma ": República Arabe Siria Nº 75 2º piso, pegado al Andén 4 de la Estación de trenes de Lomas de Zamora, en el marco de la Multisectorial "Chau Pozo".

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